Tras mucho divagar sobre el tema, sacamos la conclusión, errónea o no, de que los objetivos son una concreción de los contenidos en una materia mientras que las competencias son unos principios fundamentales trasversales a todas las materias y que se trabajan indirectamente cuando nos dirigimos hacia los objetivos.
A lo mejor esta imagen ayuda a comprender lo que tratamos de explicar:
Las competencias se sumergen en los diferentes objetivos, dando coherencia y transversalidad.
La evaluación de los objetivos y las competencias también tiene una dificultad importante en su definición.
La evaluación de las competencias se haría mediante rúbricas dónde a partir de baremos sencillos y personales (bastante subjetivos) se puede poner una evaluación. Es función del docente hacer unas rúbricas lo más objetivas posibles y queda para sí mismo ser lo más profesional posible para ser lo más justo con el alumnado.
La pirámide de Bloom se cumplirá de una manera más rigurosa o no según cual sea el conocimiento que se cree, creemos que puede haber conocimientos que se creen en ese orden y sin embargo otros que partan de un análisis y lleguen a la conclusión o el conocimiento final. Del mismo modo habrá otros conocimientos que partan de una comprensión y pasen a un análisis sin necesidad de tener que ser aplicados. Por lo tanto nuestra conclusión es que es una pirámide muy ambigua y que depende del conocimiento será más o menos real.
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